QUIÉNES Y POR QUÉ

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Este blog, y la web lamareaverde.org, nacen a partir de la propuesta del mismo título presentada a la Caja en febrero de 2010 instando al desarrollo de un Programa de Voluntariado Corporativo. Creemos que merece la pena insistir hasta lograrlo. Es un empeño enteramente profesional, sin otro interés que defender y continuar la labor inmensa de Caja Madrid en relación con la ayuda a personas y colectivos desfavorecidos, la atención al medio ambiente y la difusión cultural. No nos basta con conocer y divulgar esa Acción Social excelente: queremos participar en ella con ideas, esfuerzo e ilusión. Confiamos en el valor integrador de la Innovación Social. Queremos que el blog sea un lugar de encuentro y diálogo, “una mesa camilla”, en tanto que la web servirá de marco teórico para quien quiera ampliar y actualizar su conocimiento sobre el Voluntariado. Las personas que por iniciativa propia ya vienen dedicando su tiempo a ayudar a los demás constituyen para nosotros ejemplo y guía de actuación, y les pedimos que orienten nuestro impulso con su experiencia y, sobre todo, con su sensibilidad extraordinaria.

jueves, 1 de abril de 2010

LA IDEA

La iniciativa, presentada por una compañera a través del cauce abierto en la Factoría de Ideas, proponía el desarrollo de un proyecto innovador de Voluntariado Corporativo en Caja Madrid, aportando un buen documento adjunto con argumentos dirigidos a convencernos a todos de que, por más que el empeño sea complejo y exigente, no es en modo alguno utópico, y podemos llevarlo adelante si proyectamos nuestra capacidad en línea con los valores que la Caja, y nosotros dentro de ella, hemos propugnado siempre. Aquellos que están en nuestra esencia y que no dependen de modas externas ni de cambios en los equipos directivos: esa Acción Social que nos llena de orgullo, más allá de nuestra legítima discrepancia o crítica respecto de algunas situaciones o decisiones en el día a día de la institución.

Algunas ideas anteriores ya habían sugerido algo en esa línea, lo que no resulta extraño si consideramos que la Caja es, en el ámbito de las entidades bancarias o de ahorro de igual e incluso inferior nivel, y aún entre las compañías que componen el Ibex 35, prácticamente la única que no tiene actividad alguna de V.C.. Y  ello a pesar de que la relación de la Obra Social con las organizaciones de voluntariado es excelente, y también del hecho conocido de que numerosos compañeros ya están llevando a cabo labores solidarias por su cuenta desde hace mucho tiempo, lo que les convierte en magníficos embajadores, y en el futuro en asesores imprescindibles a la hora de desarrollar un proyecto de este tipo, por su experiencia y por su calidad humana contrastada. Sin olvidar la labor de información e intermediación que viene realizando La Casa Encendida a través de su Punto de Información del Voluntariado.

Sin embargo, el argumento innovador en este caso partía de establecer una relación, en sentido metafórico, entre la inevitable e inmediata negociación sindical que podríamos denominar "tardes de los jueves, fuera del horario laboral" y la traducción en horas solidarias de las 45.000 a las que equivale el trabajo de esas tardes en Caja Madrid. 

Decía el texto (con un punto de buen humor, que algunos críticos estrechos podrían calificar como pedantería) que "La Caja en un alarde de innovación solidario que respondería perfectamente al Zeitgeist ( el espíritu de los tiempos) podría combinar ese cierre con una PRESTACIÓN SOCIAL INÉDITA E INAUDITA: 15000 PERSONAS DURANTE AL MENOS 3 HORAS EN LAS CALLES, EN LOS HOSPITALES, GERIÁTRICOS... VOLUNTARIADO VIRTUAL para que cualquier compañero de la Entidad en cualquier punto de España, y partiendo siempre de la necesaria voluntariedad del compromiso, pueda colaborar.
DEMOSTRAR QUE ESTA INSTITUCIÓN ES ESPECIAL Y QUE TAMBIÉN LO SOMOS LAS PERSONAS QUE TRABAJAMOS EN ELLA."

El propio documento que se adjuntaba, en formato power point, era una estimable pieza, bien redactada, que volaba sobre la complejidad innegable de la propuesta, dentro de un aparato conceptual que utilizaba como motor la fortaleza de nuestra cultura empresarial, caracterizada por valores tradicionales de solidaridad y otros, más modernos, de excelencia (con aval EFQM) y de consenso con los que en Responsabilidad Social se denominan "grupos de interés", y particularmente con los empleados y sus organizaciones representativas. Como combustible de calidad para el viaje, la competencia de estos trabajadores, su alto nivel de autoestima y contrastado orgullo de pertenencia, que les capacitan para cualquier empeño por difícil que parezca, como demuestran permanentemente en el cumplimiento de sus objetivos. A los mandos, el Presidente, en tareas de líder ejemplar, identificado con su (nueva) empresa. Una buena presentación, digna de cualquier auditorio.

El planteamiento le pareció genial a cientos de compañeros que la votaron, y a casi ciento cincuenta que introdujeron comentarios –desde todos los rincones del país- definiéndola como "innovadora / rompedora / la mejor que se ha presentado / cuenta conmigo sin dudarlo..." Ni punto de comparación con ninguna otra idea presentada al programa hasta el momento.

Sin embargo, fue descartada con una rapidez inusual, eliminándola de la lista de ideas pendientes a la vista de todos, cuando era incesante el caudal diario de votos y comentarios. Se decidió que "no era innovadora", y se derivó al Área de Calidad para su consideración de cara a futuros proyectos.

La posición del Foro de Excelencia ante esta decisión

La acatamos plenamente. Aunque no nos ha convencido, ni por las formas ni por la argumentación. Pero ningún avance se construye a partir de la indisciplina o la algarabía, y el movimiento que ahora comenzamos quiere ser absolutamente positivo, sólido y prudente. Damos un voto de confianza a los compañeros que gestionan la denominada Factoría de Innovación, porque su interés es el nuestro y necesitan más colaboración que crítica. Su trabajo no es fácil, y la herramienta aún está en rodaje intentando encontrar una fórmula diferenciadora respecto al antiguo Programa de Ideas de Mejora, referencia inevitable por su éxito contrastado a lo largo de más de un decenio.

Un programa de sugerencias es, por definición, un catalizador de la creatividad de los profesionales enfocada a la mejora e innovación de productos y procesos. Pero también se integra en el sistema de participación de la empresa, con una virtualidad excelente como herramienta de compensación, reconocimiento y estímulo a individuos y equipos y como canal de comunicación entre personas, particularmente entre la red comercial y los servicios centrales; con el efecto positivo subsiguiente en el clima laboral de la empresa. Y esto nos atañe a todos.

En cuanto a las formas, creemos que la idea, con el record absoluto en votos y comentarios, y su presentadora, por esfuerzo, interés y trabajo bien hecho, merecían seguir recibiendo el aplauso de sus compañeros, aun cuando se le negara selección o premio. Recordamos que en el citado Programa de Ideas existía un lema: las ideas nos interesan/las personas nos importan. De eso se trata, de personas que tienen ideas, y no sólo de ideas que van apareciendo como por arte de magia en un panel electrónico, y de repente desaparecen de la vista, sin más.

Tenemos que confesar que en un principio nos preocupó que el problema se centrara en una dialéctica retrógrada Responsabilidad vs Negocio, como si pudiera ignorarse todo lo expuesto o publicado sobre Innovación Social, Reputación Corporativa, Marca, Valor de los intangibles, etc. Pero hemos recuperado una entrevista realizada en noviembre de 2005, en la revista La Caja, a uno de los actuales responsables de la Factoría, en la que afirmaba textualmente: “…la rentabilidad no sólo hay que medirla en términos financieros, sino desde otros muchos puntos de vista como social, de imagen, etc”. Esta relectura nos ha dejado muy tranquilos, compartimos plenamente este enfoque. Estamos seguros de que no se persigue exclusivamente una propuesta que produzca inmediatos beneficios económicos, al modo de los programas de sugerencias más propios de compañías industriales, o la idea 3M (la obsesión post-it, como paradigma de la innovación), tirando al cesto (borrando) cualquier otra que no se atenga a estos parámetros. El único problema, pues, es que la idea que nos ocupa, simplemente, no es innovadora. Aceptamos p…

Pero tenemos algo más que añadir, en cuanto a la argumentación. Creemos que ha pasado desapercibido el verdadero valor INNOVADOR -con mayúsculas- de esta idea. No se trata tanto de lo que proponía, que también, sino de lo que ha conseguido. Desde la base de que ni un individuo ni una empresa llega lejos si en el camino se olvida de quién es, qué pretende y cuáles son sus valores, ha lanzado al conjunto de la organización una llamada a la participación solidaria, y la respuesta ha sido formidable, plena de entusiasmo y sensibilidad, de emoción en algunos casos, porque las personas que vivimos la Caja sabemos muy bien qué es lo que nos une entre nosotros, qué es lo que nos diferencia de los demás, y sabemos también que no queremos perderlo sino hacerlo más grande para ponerlo al servicio de la sociedad. Un servicio central, o un conjunto de ellos, pueden pasar meses estudiando un tema de fondo, de valor estratégico, sin que nadie lo sepa y sin saber muy bien cómo transmitirlo, y de repente una persona lanza su propuesta, se produce un boca a oreja, un cruce intenso de mensajes, se activan las redes sociales y...ahora mismo todos esperan que la Caja se ponga en marcha para compensar la carencia de un proyecto de Voluntariado Corporativo. Esa es la verdadera innovación, todo un plan de marketing interno si se quiere ver así: cómo producir la chispa que enciende un sentimiento íntimo y lo convierte en colectivo, despertando una verdadera cultura de solidaridad plena de expectativas. ¿Fácil? Sabemos todos –por experiencia- que no.

Bien, dejemos atrás esta incidencia del camino, con una importancia relativa. La compañera que presentó la idea no quería satisfacer ningún ego personal, muy a cubierto desde que alcanzó años atrás, y por dos veces, el premio más alto del antiguo Programa de Ideas formando parte de dos equipos diferentes. Y además la iniciativa tiene tanto recorrido como nosotros -los empleados, todos- queramos, con independencia de los canales de comunicación. Afortunadamente estamos en una época en la que la creatividad de los profesionales tiene ventanas abiertas por doquier para colarse, si encuentra una puerta cerrada. Que, insistimos, no es el caso, puesto que la idea ha sido derivada a quien puede entenderla mejor, el Área de Calidad, coordinadora de la Responsabilidad Social Empresarial en la entidad y, casualidad o paradoja, gestora que fue del muy aludido en este post antiguo Programa de Ideas de Mejora. Está, pues, en buenas manos.

Confiamos, pero no dejaremos de trabajar por ello. Ora, et Labora, que decían los benedictinos.

UN CHALECO PARA EL PRESIDENTE


De todo lo expuesto en párrafos anteriores, puede deducirse que estamos en situación ideal para lanzar el más ambicioso programa, y sin embargo éste no acaba de llegar. Probablemente el año de transición  -y desasosiego- que hemos vivido no ha ayudado a tomar decisiones que, como la que nos ocupa, necesitan el apoyo y la implicación del máximo directivo de la institución. Bien, pues aquí nos tiene, ya hemos dejado atrás esa situación anómala y estamos listos para la demanda pero también para la colaboración intensa, y le pedimos que lidere este proceso. En el documento referido había una frase definitoria: "un chaleco para el Presidente", magnífico hallazgo en clave de humor para transmitir -en serio- la petición de que apoye la propuesta y encabece la MAREA VERDE de 15.000 solidarios de Caja Madrid hacia todos los rincones de España...y del mundo.

1 comentario:

  1. Me pareció una idea excelente, que puede hacer tanto por todos: por la Sociedad, por los propios Empleados de la entidad, por la propia Entidad... Y me lo sigue pareciendo. Espero que se pueda llevar a cabo. Una entidad como la nuestra daría un ejemplo enorme a todo el país. Enhorabuena por el blog. ¡¡Ánimo!!

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